El magnetismo de la Tierra o el campo magnético terrestre
Mediante la observación y el estudio de las ondas
sísmicas, se dedujo que la Tierra tiene un núcleo líquido de alta
densidad y que a su vez, dentro de este núcleo líquido hay un núcleo sólido. La
teoría del magnetismo de la Tierra señala que dicho núcleo actúa como
un gigantesco imán gracias al cual, por ejemplo, se puede explicar cómo
funcionan las brújulas.
Según esta teoría, desde el núcleo de la Tierra se
extiende un campo magnético hacia el exterior hasta confluir con las
partículas del viento solar, que como mencionaba, podría simplificarse
suponiendo que en el interior de nuestro planeta existiese un enorme imán. Esta
fue una de las primeras teorías del magnetismo que se plantearon, fue
formulada cerca del año 1600 y desde entonces es aceptada como un hecho que se
ha comprobado en innumerables oportunidades.
En el siglo XIX se comenzó a investigar el magnetismo
seriamente y fue James C. Maxwell quien completó el estudio del magnetismo,
formulando las leyes que rigen este fenómeno. Hoy en día resulta prácticamente
imposible estudiar el magnetismo y la electricidad de manera
separada. El magnetismo es generado por el movimiento de cargas eléctricas y
la teoría de Maxwell logró unificar numerosos postulados tanto de
electricidad como de magnetismo.
Dentro de las ecuaciones de Maxwell está la Ley de
Gauss, que fue propuesta originalmente por Carl Gauss. Esta teoría relaciona
los campos magnéticos, sus fuentes y las cargas eléctricas. Puede ser
aplicada sobre campos eléctricos o magnéticos estáticos y evidencia la
inexistencia de un polo magnético único e independiente. De acuerdo con esta
teoría, no existe un polo positivo o uno negativo aislado.
La teoría de Weber
Otra de las teorías del magnetismo más
populares refiere al alineamiento molecular del material y comúnmente se la
conoce como la teoría de Weber. Dicha teoría señala que todas las
sustancias magnéticas están compuestas de pequeñas moléculas imantadas.
Todo material no magnetizado tiene las fuerzas magnéticas de los imanes
moleculares, neutralizados por imanes moleculares subyacentes, eliminando así
cualquier efecto magnético.
Un material magnetizado tendrá la gran mayoría
de sus moléculas imantadas alineadas de forma tal que el polo positivo o norte
de cada uno de los puntos de la molécula están en una dirección y los del polo
negativo o sur, en la dirección opuesta. Así, aquel material con moléculas
alineadas tendrá entonces un eficaz polo positivo y uno negativo igualmente
eficaz.
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